La estadounidense Madison Keys tuvo un arranque accidentado en Wimbledon, donde necesitó casi tres horas para vencer a la rumana Elena-Gabriela Ruse por 6-7 (4), 7-5 y 7-5. En su undécima participación en el Grand Slam británico, la tenista de 30 años convirtió su estreno en una auténtica prueba de paciencia y resistencia sobre el césped del All England Club.
El momento más insólito del duelo llegó temprano. Con el marcador igualado 1-1 y 15-0 en el primer set, Keys, actual número 8 del ranking WTA, ejecutó un servicio que golpeó el marco superior de su raqueta. La pelota voló en forma de globo, salió del encuadre televisivo y aterrizó apenas afuera del lado de su rival. El extraño bote provocó risas en el público y en la propia jugadora, y rápidamente se viralizó en redes sociales.
“Uuuh”, se oyó desde las gradas mientras la pelota ascendía, generando expectativa de que pudiera ser válida. Aunque quedó como una anécdota graciosa, el episodio fue uno de los más comentados del día, con muchos usuarios de X (ex Twitter) reaccionando con humor: “Desbloqueó el mejor saque de la historia del tenis”, escribió uno. Otro agregó: “Madison Keys presenta un nuevo servicio nunca antes visto”, mientras que un tercero opinó: “El más lindo del año”.
Tras ese comienzo atípico, el partido se complicó para la estadounidense, quien perdió el primer set en el tie-break. Con 10 títulos en su carrera y dos consagraciones este año, tuvo que dar vuelta el marcador ante una Ruse combativa, que se mantuvo firme hasta mostrar señales de desgaste físico y mareos. Esa merma le permitió a Keys recuperar terreno y tomar el control del encuentro.
La reacción llegó en el momento justo. Con dos parciales consecutivos de 7-5, la estadounidense selló su clasificación y mantuvo intacto su invicto en primeras rondas en Wimbledon. Esa estadística refuerza su fiabilidad en el inicio del torneo, donde nunca conoció la derrota en su debut.
Objetivo: seguir avanzando
Con este triunfo, Keys se medirá en la siguiente instancia con la serbia Olga Danilovic, número 37 del mundo, quien viene de eliminar a la china Shuai Zheng. Más allá de lo anecdótico, la estadounidense confía en sostener su buen momento durante una temporada que la encuentra en plena forma. Y aunque es difícil que vuelva a ejecutar un servicio como el del lunes, sabe que, al menos, ya dejó una jugada para la historia. “Si ese saque botaba adentro era para cerrar el estadio e irnos”, bromeó otro usuario en X.